Inspirar para transformar

¡Somos autenticos supervivientes! ¿No te parece?

¡Somos auténticos supervivientes! ¿No te parece?


Querido Julio del 2020 que ahora terminas…

Calor, sudor, sopor, cansancio,… todo se va acumulando en estos largos días de verano que nos van haciendo mella en nuestro estado físico y mental. 

 

El año, efectivamente, está siendo duro, muy duro diría yo. Todos, de una u otra manera nos hemos movido de nuestra zona de confort y hemos tomado conciencia de lo vulnerables que somos. Se han activado en nosotros muy diversas emociones que nos han hecho sentir miedo, preocupación, prudencia,… pero también coraje, confianza y esperanza. 

 

Nos hemos visto obligados a ponerle la quinta marcha a la vida desplegando más energía y esfuerzo que nunca para lograr caminar por este tiempo de confinamiento sin ser “devorados” por las circunstancias. 

 

Nos hemos ido adaptando, muchas veces como hemos podido, a un nuevo contexto y a unas nuevas realidadesfrancamente retadoras, en numerosas ocasiones teniéndonos que reinventar para salir adelante.

 

Hemos conseguido gestionar un día a día difícil, incierto, complejo… en casa con los niños pequeños, las labores domésticas y con un teletrabajo desconocido que necesitábamos aprender a una velocidad vertiginosa.

 

Hemos vivido en soledad sin poder compartir con muchos de nuestros seres queridos esos espacios de encuentro especiales. Hemos dejado de saludarnos con un beso o un abrazo sentido pero hemos cogido el teléfono, nos hemos interesado por los demás auténticamente, nos hemos inventado “cafés, pinchos, aperitivos…  virtuales” para continuar conectados.

 

Hemos trabajado mucho, algunos muchísimo por salvar vidas, para que todo estuviera limpio y desinfectado, para velar por la seguridad, para que los supermercados estuvieran abastecidos… poniendo en riesgo incluso la vida.

 

Hemos sido generosos, responsables, solidarios, agradecidos… más humanos que nunca.

 

 

Unos más que otros, hemos ido aceptando que las reglas del juego son ahora distintas y que nuestra mentalidad debe cambiar.

 

¡Somos auténticos supervivientes! ¿No te parece? 

 

En este momento, me sale hacer balance y apreciar, reconocer y valorar lo que he visto en muchísimas personas durante estos meses. Han sido, sin duda, al menos para mí una enorme fuente de inspiración. Me saletambién, por qué no decirlo, el sentirme orgullosa de algunas pequeñas acciones que he ofrecido para que mi familia, mis amigos, mis compañeros y mis clientes transitaran mejor por estos meses tan desafiantes.

 

Ahora, a mí al menos, creo que me toca descansar. 

 

Así pues, querido Julio sigue tu camino y dale paso a un Agosto que nos permita respirar.


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